La tecnología debe adaptarse al empleado, no al revés. Sin embargo, mientras que las personas están cada vez más habituadas al uso de mensajería instantánea, apps, comercio electrónico o redes sociales en su vida personal, en el terreno laboral aún no encuentran las mismas ventajas en conectividad.
La digitalización ofrece una mayor flexibilidad, igualdad de oportunidades y conciliación para el trabajador; asume tareas competitivas y permite abrir vías de comunicación en cualquier momento y lugar. Para las empresas, contar con una tecnología intuitiva y eficaz para el empleado se traduce en una mejora en la productividad y la relación con el cliente.
Pero estar a la última en tecnología en el puesto de trabajo no es tan fácil. Las organizaciones soportan su propio legado y se enfrentan a riesgos, sobre todo relacionados con la seguridad. Una cadena en la que el empleado suele ser el eslabón más débil, a la vez que la pieza clave para alcanzar estrategias de Digital Workplace exitosas. Por ello, es importante que cuenten con un partner tecnológico que les ayude a evolucionar constantemente, adaptándose a los continuos avances.
Estas y otras muchas cuestiones las debatimos en el encuentro de La Vanguardia “El empleado del futuro: más productivo y ultraconectado”, en el que tuve el placer de moderar las intervenciones del director de Telefónica Empresas en Catalunya, Enrique Santiago; la directora del departamento de Operaciones, Innovación y Data Science de ESADE, Núria Agell; el director de Tecnologías de la información de Hiemesa, Juan Manuel García; el jefe de operaciones de Tecnologías de la información del Futbol Club Barcelona, Josep Toledo; y el director de Planificación Estratégica y tecnologías de la información de Phibo, Luis Laresgoiti.